Friday, May 12, 2006

De que se trata


Esta columna hebdomadaria intenta reflejar en, mas o menos, quinientas palabras esos pensamientos intrascendentes que son solo un espasmo en las sinápsis de nuestras neuronas. Esas dudas que por nimias no vale la pena ni fruncir el ceño.
Esos objetos casi invisibles por su presencia rutinaria. Esas frustraciones cotidianas como el baño ocupado o nunca encontrar el soquete que falta.
Tenemos la desapasionada meta de una agencia de noticias: de cualquier tontería garantizamos cincuenta centímetros de columna. Paradójicamente esa es nuestra virtud. Las perchas, los soquetes o el pelapapa pueden tener no ya quince, si no modestos cuatro minutos de fama, que eso es lo que se demora en leer quinientas palabras.
Si usted no la lee no se pierde de nada. Pero si decide leerla le da una oportunidad al acaso y quizás (quizás) pueda sentir que por un momento, en algún momento, también pensó en “eso” que hoy ve titilando en la pantalla. Ahí es donde la magia de la empatía envía una señal a alguna glándula gregaria para que dispare una secreción química que nos dejará una tímida sensación de placer. Con suerte una sonrisa y en el mejor de los casos una carcajada.
Solo de eso se trata, empatía.
Ya lo dijo Tolstoi “Pinta tu aldea, y quedarás con el brazo acalambrado”.